Habiendo dejado la familia de ser el lugar privilegiado donde se impartía información, en razón de que los medios han tomado a su cargo esta función, y habiendo quedado el semejante, ya no como fuente sino en función de mediador de la información.
La destrucción de significaciones (lo bueno y lo malo) y la recomposición de valores resultan más complejos que en otras épocas, en razón de que la historia ha devastado significaciones operantes hasta hace pocos años, y las generaciones que tienen a su cargo el completar de la crianza se ven despojadas, ya no de certezas, sino de propuestas mínimas a ofrecer.
Esto deja al individuo vulnerable a cualquier gran tentación mostrada por un grupo en particular, simplemente la fascinación puede convencer, pero no solo un individuo de dicho convence, entre más miembros hayan más persuasión existirá. El adolescente por dichas rupturas de sus valores, ya sean provocados por los medios, grupos o simplemente ellos mismos, los obliga a adoptar nuevos, dentro de cualquier sociedad o pequeña sociedad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario